El monumento del Libertador Simón Bolívar, cuyo busto se encuentra ubicado en plena avenida central, no escapa de esta triste realidad, lo cual da un aspecto desagradable que deja mucho que desear de la comunidad chorrerana.

Se trata a todas luces de personas inescrupulosas que en su afán por evadir los 25 centésimos que se pagan por bolsa a los recolectores particulares, buscan cualquier sitio para disponer de sus desechos sin que hasta la fecha, haya una acción enérgica de parte de las autoridades, en este caso de los corregidores.

Incluso, se observa por todos lados, letreros que advierten que se prohíbe botar basura, "sopena de multa", por instrucciones de la Alcaldía, que como una burla a las autoridades permanecen repletos de desechos.

Ojalá que esto se acabe pronto con la implementación de la recolección privada, cuyo cobro se hará seguramente a través de los recibos del agua y allí si que nadie podrá escapar de esta responsabilidad.