En un duelo entre dos equipos ya clasificados para los octavos de final, el Real Madrid recibirá al campeón francés, convencido de mostrar una cara nueva respecto al duelo del estadio Gerland, donde cayó por 2-0.

Fabio Capello reconoce que su equipo ha crecido y está preparado, para medirse a un conjunto respetado por los últimos referentes, y ante el que el madridismo quiere lavar su cara para entrar a octavos de final como primero de grupo.

Para ello, Capello cuenta con su equipo de gala, salvo la duda hasta el último momento del central Fabio Cannavaro, sustituido ante el Rácing de Santander en el último partido de Liga con una sobrecarga muscular, y tras no entrenarse en la previa del encuentro, podría tener descanso si no está recuperado al ciento por ciento.

De esta forma, regresaría al equipo titular Míchel Salgado, y Sergio Ramos abandonaría la banda derecha para ser la pareja en el centro de la defensa de Iván Helguera.

Será un partido especial para Mahamadou Diarra, por lo que se medirá a su ex equipo orgulloso de formar parte del proyecto del Real Madrid, sin arrepentimientos del cambio y con las mismas ganas que el resto del vestuario de demostrar a Europa, que el conjunto español en Lyon fue un espejismo.