Con estas frías palabras, un joven llamado "Cocuyo" contó su vida hasta hace unos meses, cuando decidió dejar esa vida oscura y se propuso vivir mejores días.

Otro nos relató que se la pasaba vagando por las calles de su mal llamado "territorio", otras veces sin poder salir de sus guaridas. Sin embargo, al entrar a las ligas interbarriales del populoso barrio de El Chorrillo, pescaron el anzuelo del proyecto "Mi nueva comunidad" que impulsa el Gobierno Nacional.

El uniforme de El Chorrillo

Más de 300 jóvenes de ese populoso barrio, se han sumado a esta iniciativa.

Usted puede recorrer las calles de El Chorrillo, y si no porta un carné con el suéter blanco que los identifica como parte de dicho proyecto, es como si no estuviera en la moda. Por cualquier calle están, todos los días portan uno de los dos suéteres que les facilitaron.

Estos están divididos en cuadrillas para realizar trabajos comunitarios en los parques y mejoras en algunas barracas que estaban en franco deterioro. Tal es el caso del caserón 15 de calle 21, donde hay una cuadrilla de casi 40 jóvenes remodelando este inmueble. A cambio, reciben veinticinco dólares en efectivo y veinticinco más en bonos de alimentos por quincena.

Otros están recibiendo capacitaciones en distintos sectores, ya sea de belleza, construcción y otras aplicaciones técnicas que le permitirán defenderse como "gatos boca arriba".

Para los beneficiados, ésta es una gran ayuda, pues antes no tenían nada. Empero, esperan que se haga un ajuste ante tantas necesidades y que se prolongue más allá de los cuatros meses, tiempo que durará este convenio.

Aunque esta iniciativa está atrayendo a los jóvenes, hay líderes de pandillas que todavía se muestran reacios a sumarse a este proyecto.

Estos jóvenes manifestaron que tienen todo el deseo de cambiar para que sus madres no sigan sufriendo por sus actos. Pero no por eso dejan de comentarle sin pena: "dame un cuara para la soda o págame el almuerzo".