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  IMPACTO
Totalmente ignorados
Las unidades policiales no sabían cómo actuar ante el problema que se les presentó con el chapistero. (Foto: Alexander Santamaría / EPASA)

Evidelia Velásquez y Denise Lara | DIAaDIA

Las incomodidades de un cierre de calles son infinitas. Ayer, los jubilados se levantaron con más ganas de cerrar calles, porque madrugaron a trancar la vía Transístmica frente a la Caja de Seguro Social.

Ya están cansados, pero no claudicarán. Anunciaron que hasta ayer, estarían en ese lugar, porque el próximo punto para hacer sus protestas será la Presidencia, a fin de ver si ahora el Presidente sí les hace caso, manifestó Eladio Fernández, dirigente de los jubilados.

Esto ocasionó, además de tranques, incomodidades en algunas personas, en especial en una joven que entre lágrimas le pedía a un policía, que no permitió que el taxi en el que ella iba pasara a dejarla a la CSS, que la ayudara a llegar al hospital o que le consiguiera un taxi para devolverse a su casa. Sin embargo, éste ni caso le hacía, y ella no podía moverse porque tiene su pierna izquierda enyesada, pero lo peor era que el yeso se le había quebrado, lo que no le permitía caminar.

DIAaDIA le solicitó a una subteniente que estaba en el lugar y en un patrulla, que ayudara a la joven a llegar al hospital, pero sin saber que éramos periodistas contestó: "Y ella cómo hizo para llegar aquí y tomar el taxi". Al darse cuenta de cuál era nuestra profesión y que nuestros fotógrafos estaban haciendo su trabajo, sólo hasta ese momento, le dio la orden a uno de sus agentes de que llevara a la joven al hospital de la CSS.

A pocos metros de la manifestación, un hombre yacía tirado en medio de la carretera. Al acercarnos a conversar con él, descubrimos que se llamaba Carlos Murillo, que tenía 46 años y que se dedicaba a la chapistería, según él mismo nos dijo. Entre algunas palabras coherentes que decía, pedía que por favor lo llevaran al hospital, porque sentía mucho dolor y no soportaba más.

Carlos aseguró que él iba caminando, cuando de pronto no pudo más con el peso de su cuerpo y cayó. Al preguntarle si había estado consumiendo licor, éste lo negó. Luego de casi una hora, un carro del Sistema Regular de Ambulancias de San Miguelito, Las Cumbres y Chilibre, llegó para trasladarlo al Hospital Santo Tomás.

INHUMANO
A pesar de estar cerca del Complejo Hospitalario de la CSS, nadie fue a darle los primeros auxilios a Murillo.

   
 
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