Desde que se inició la temporada de Vive la Música, se sentía en el aire que esta versión tendría un ingrediente diferente y no solo por el hecho de que se le agregara la palabra Live o que llegase al certamen el jurado Gustavo Sánchez, sino que hubo participantes que inspiraron a los televidentes, porque demostraron tener fuego en su espíritu.
Una de ellas es Yamilka Pitre, que abofeteó las adversidades con su voz y su entrega, que nos hacen pensar que esta artista es una guerrera de ébano.
La primera vez que tuvimos noticias de Yamilka fue el 17 de marzo de 2006, cuando los diarios mostraban que era una de las chicas en la obra musical Detrás del Muro, en la que participaban privadas de libertad.
En ese momento los medios destacaban su potente voz y reconocieron su habilidad para escribir. A través de la canción Un día más, que le compuso a su madre y que fue usada en el musical, ya llevaba 20 meses en prisión y en ese tema hablaba de todas las emociones que produce el encierro.
Pero eso ya es agua que pasó, pues la Yamilka que concursa es muchas cosas; es segura como una roca, firme y constante, porque no cree en darse a medias.
"La perseverante, me relaciono con esa palabra, me identifico con esa palabra. Yo nunca me he rendido y no pienso rendirme ante nada. Si la vida me ha permitido salir de situaciones difíciles, cuánto más de oportunidades en grande me va a permitir dar", comentó esta joven residente en el área de Don Bosco y que en su niñez vivió en El Valle de Urracá.
DICHA LLENA DE LAGRIMAS
Esta chica, que nunca se vio cara a cara con la palabra sentencia en Vive la Música Live, no puede resistirse a la emoción y las lágrimas que le brotan ante cada comentario positivo que le daban en cada uno de los conciertos.
La artista comenta que lo que le sucede cuando le hablan los jueces es que por su mente pasan muchos recuerdos y se encuentran dentro de sí los sentimientos y por eso es fácil volverse frágil ante esas situaciones.
Reconoció que su reclusión la afrontó con mucha esperanza y el verse en un escenario era algo que le parecía lejano y por eso no deja de emocionarse.
Considera que lo que está viviendo es parecido a lo que vive una madre que, con sacrificio, le da la educación a su hijo para luego verlo graduarse. Como recuerdo de ese hecho, ella lo graba y cada vez que ve el video llora, porque le trae esa remembranza de su lucha. "Yo estoy viviendo eso, cada semana para mí, contenerme es muy difícil y más al ver el "feedback" de la gente. Los comentarios del jurado que me dice estoy creciendo, que me estoy convirtiendo en una gran artista, son cosas que llegan al alma profundamente y remueven mis sentimientos. Yo normalmente no soy una persona llorona, me considero una persona bien fuerte, es inevitable pensar en el pasado y mirar el presente", puntualizó.
MOTIVACIONAL
Esta joven de escasos 24 años demuestra que es puro positivismo y que tiene muchas cosas que aportar, además de su prodigiosa garganta, entre esas, ser una voz de aliento.
La artista consideró que hay varios tipos de prisiones y que a ella Dios le permitió pasar por una física; sin embargo, espiritual y mentalmente estaba libre. Como es una mujer que tiene base y fundamento para hablar, nos dio unos ejemplos de este planteamiento.
Yami reflexionó que la persona que tiene un hijo que no sabe cómo controlar; que tiene una relación que no sabe cómo terminar o aquellas personas que están pasando por tipos de barreras o situaciones difíciles, viven en una forma de cárcel.
A todos ellos les recomendó revisar su vida, analizarse, mirar qué pueden hacer para corregir su presente y que ese presente pueda marcar un buen punto de partida. "Hay que tener un punto de partida y ese punto de partida es hoy. Todos los días hay que tomar acciones, en lo que nosotros queremos para que no haya obstáculos ni barreras... ese es mi mensaje para la gente", destacó
EN CONTRA DE LA MEDIOCRIDAD
Según Yamilka, hay un mal que corroe a nuestra sociedad y nos hace envolvernos en el conformismo y ese es la mediocridad.
La finalista de Vive la Música sentencia que la mediocridad que actualmente se afronta es la madre de todos los problemas sociales y que hay que cortarla de raíz, pues debemos apostar por la excelencia.
"Hay que pensar y creer en uno mismo. Yo creí en grande, yo soñé en grande, no me puse la barrera de que porque estuve detenida no iba a poder. Si van a hablar que hablen, si no me van querer que no me quieran, pero yo voy a demostrar que me merezco una segunda oportunidad", determinó la chica.
ENAMORADA SOLO DE DIOS
Aunque le ha cantado al amor y al desamor, la intérprete reconoce que nunca ha estado enamorada y lo que vivió antes fueron puras ilusiones.
Ella comenta que cuando cayó en cuenta de esta realidad, fue frustrante, porque comprendió que no amaba a la persona que la involucró en el problema que la mantuvo privada de libertad. Pero no crean que ese hecho no le sirvió, pues a la hora de cantar temas dolorosos lo hace con mucha entrega y como muestra de respeto a quienes han sufrido los fogonazos de un amor no correspondido.
Yamilka concluyó que sí hay un ser que llena su vida y ese es Dios. "Definitivamente, mi inspiración, mi motor y mi meta, es Dios. Mi galardón es él, yo como creyente sé que mi corona es Cristo, es su gloria mi vida y si yo pierdo eso, yo lo pierdo todo", finalizó esta joven cuya historia debe ser para todos motivos de inspiración.
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