"En el momento en que vi brillar los ojos de Helen Caridad, supe que estaba enamorada", relató emocionada la Sra. De Jaén.

Para esta residente de San Miguelito, los roles de madre, abuela, esposa y profesional se complementan.

"Para todo hay tiempo en esta vida y si uno lo divide como es debido uno disfruta de lo que le gusta. En mi caso, cuando estoy en el estadio, mi esposo, mi hija y mi nieta me apoyan desde las gradas", añadió la Sra. De Jaén.

La pasión por el deporte del diamante es uno de los legados que le gustaría dejarle esta abuela a su nieta de dos años.

"Me gustaría que mi pequeña Helen siguiera mis pasos, por eso desde ya le estoy enseñando. Para mí el softbol es un deporte familiar donde puedo compartir con mis seres queridos", recalcó la capitalina.