Y es que César Jiménez, de 81 años, dejó su legado en los bomberos, al instruir a sus compañeros en la música. El pasado domingo, sentado en su silla de ruedas y vestido con un suéter y gorra de su equipo de béisbol preferido, los Yanquis, esperaba que sus amigos de trabajo lo visitaran, como habían prometido.

Los camisas rojas, al llegar a la Huerta Sandoval, en El Chorrillo, empezaron a armar los instrumentos y de inmediato comenzaron a tocar. Don César estaba emocionado y expresó su emoción con lágrimas.

César Jiménez, hijo, manifestó que hace un año su padre sufrió un derrame, por lo que ha permanecido en reposo. "Desde que mi papá estaba en la secundaria en el Escuela Melchor Lasso de la Vega participaba de la banda, así que cuando entró a los bomberos quiso enseñar lo que sabía a otras personas", expresó.

Don César escuchaba atentamente cada pieza musical, mientras minuciosamente observaba a sus alumnos para tratar de reconocerlos. Al final, le dieron su trompeta, con la que hacía mejores las interpretaciones y pidió que le tocaran la pieza Guararé. Los abrazos y palabras de agradecimiento estuvieron presente para don César, quien disfrutó de la sorpresa de sus amigos.

EJEMPLO
César se retiró de los bomberos por su avanzada edad y laboró por 12 años en la institución, dejando muchos pupilos.