Ana Cristina Arroyo, una de las protestantes, expresó que "la comida está cara y lo poquito que nos dieron a medio año (60 dólares) nos lo quitaron las tiendas y las estaciones de gasolina".

El resto de sus colegas de lucha denunció que "ese bono significa pan para hoy y hambre para mañana". Sacaron a relucir que a ellos se les niega 25 dólares de aumento, mientras que a los dueños de los "diablos rojos" el Gobierno le pagará 25 mil dólares.

Los jubilados obstaculizaron la vía Simón Bolívar con una soga que cubría los cuatro paños, además de una cadena humana que se prolongó por más de cuatro horas. Esta situación ocasionó un descomunal tranque y la disconformidad de los conductores que quedaron atrapados por el cierre.