El paseo de los carros alegóricos arrancó desde la entrada de Villa Guadalupe. Las tonadas la pusieron los niños de las diversas bandas de música que dijeron presente en esta actividad de fin de año.

Los autos modificados tuvieron su espacio para exhibirse ante el público. Las personas con sus hijos se apostaron en las aceras y orillas de la calle, con sillas, de pie o en sus carros, la cuestión fue que todos iban con un solo propósito: apreciar un bonito espectáculo como preámbulo al nacimiento del niño Dios. La alegría y regocijo de los pequeños fue palpable.

SEGURIDAD
El desfile estuvo fuertemente custodiado por unidades de la Policía Nacional, al igual que por bomberos y la Cruz Roja.