Cada vez que llega Navidad y Año Nuevo, los perros no se divierten; es todo lo contrario, sufren porque el ruido de los fuegos artificiales los asusta y no saben dónde meterse.
Los perros, cuando sienten miedo, se les acelera todo el cuerpo y pueden sufrir fácilmente un ataque al corazón.
Haga lo siguiente para que su perro pase tranquilo durante ese lapso que se explotan las bombitas navideñas.
A la hora cero, manténgalo dentro de la casa y acompáñelo. Acarícielo hasta que cese el sonido de los fuegos. Hágale sentir que lo que está pasando no le va a causar daño. Si es posible, deje que pase la noche junto a la familia.
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