Travesuras que dejan huellas. María Domínguez nunca pensó que su pequeño de 9 años pasaría la Navidad en la sala de Quemados del Hospital del Niño (HDN). Y es que este menor es una de las 11 víctimas de quemadura por bombitas que han ingresado al hospital en el mes de diciembre.
Ella relató que el accidente se dio en la casa de su padre en el área de Chilibre. El intrépido niño engañó a su abuelo pidiéndole dinero para comprar un "jugo", aunque éste le dio el dinero y le insistió que le trajera el jugo de prueba. El pequeño regresó, pero con toda la cara quemada, por lo que tuvo que ingresar el día 23 en la noche a urgencias y hoy presenta quemaduras de segundo grado.
La madre conoció que las bombitas se las vendieron al menor de edad en una casa de familia, situación que es más triste, porque "aunque prohíban la venta en las tiendas, hay personas inescrupulosas que se aprovechan de la inocencia y aventura de un niño para hacer negocio", expresó.
Se conoció que en el área de San Miguelito hay tiendas que venden y que también hay casas de ventas clandestinas de bombitas y silbadores.
El Dr. Alberto Bissot, director médico del HDN, reveló que el año pasado se dieron 12 casos en todo el mes y actualmente hay 11 "y todavía no llega el Año Nuevo". Bissot dijo que tres de los menores que ingresaron entre el 23 y 25 de diciembre provienen del área de San Miguelito. Detalló que los niños prenden las bombitas, las abren y la pólvora al prenderse automáticamente se enciende y les afecta la cara.
Aunque, se trató de un accidente, María dijo que por el caso deberá presentarse al Juzgado de Familia a explicar lo sucedido.
El Dr. Bissot explicó que cuando llegan casos por quemaduras, golpes o fracturas se reportan al Juzgado de Familia, porque se han dado casos de "sospechas de maltrato".
Teresita Yanis de Arias, propulsora del Código de la Familia, informó que existe algunos casos de irresponsabilidad por parte de los adultos, ya que los niños no deben tener acceso a estos juegos. Arias dijo que los casos de niños quemados por bombitas podrían caer entre los de negligencia, y para ello hay que probar que el padre o la madre sabían que el menor estaba realizando una actividad peligrosa. Sin embargo, estas investigaciones toman su tiempo.
CASOS
Los Juzgados de Niñez y Adolescencia en el ámbito nacional recibieron un total de 4,404 casos de protección en el año 2007. Algunos son casos por maltrato, abuso sexual, otros por negligencia y descuido.
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