Castalia Pascual no es una chica plástica de esas que veo por ahí, de eso nanáis.
La periodista y presentadora de noticias, a pesar de que tiene carrito, adivinen, le gusta andar en los democráticos buses y por eso viaja en ellos como la mayoría de los mortales, sobre todo, para no agarrar "turcas" con algunos taxistas fanáticos de la cultura del "no voy", y porque la carrera desde su casa cuesta siete dólares hasta su trabajo. ¡Joo!
"Castita" reconoce que, gracias a que se traslada de ese modo, nadie le echa cuento sobre los problemas del transporte, y le han tocado desde choferes que son un terrón de azúcar hasta otros que son tan amargados que pareciera que los hubieran amamantado con vinagre.
"En una ocasión hubo uno que no me quería dejar subir, porque pensaba que estaba haciendo un reportaje, pero se le quitó la duda cuando vio que me bajé en una parada para ir para mi trabajo", confesó.
También nos relató algunas de las cositas jocosas que le han sucedido, como en una ocasión en la que una persona le pasó una nota para preguntarle si ella era la que salía en la TV, al contestar que sí, se formó una algarabía entre los ocupantes del diablo rojo, porque se decían unos a otros: "Viste, yo te lo dije".
Pero no solo eso le ha pasado, hay quienes le han pedido que les haga un resumen de las noticias porque no pudieron escucharlas o no compraron el periódico.
Castalia dice no sentirse apenada por ser usuaria del transporte público, y que no siente que ese sea un baño de pueblo, porque ella es del pueblo. ¡Qué humilde!
De lo que sí estará pendiente, porque piensa usarlo pronto, es del metrobús, para ver qué tal es y hasta nos dijo que cree que el Gobierno deberá replantear los precios, porque para una persona que gane 350 dólares va a ser un golpe muy duro, concluyó. ¿Cómo les quedó el ojo?
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