Peña, invitado de honor en la fiesta de Elvis el sábado, cortó el pastel de más de un metro de alto en forma de una montaña de televisores, mientras los seguidores del artista vitoreaban tanto al cantante como al minero, en las afueras de la mansión de Elvis en Memphis.

El chileno, un gran admirador del ídolo estadounidense, ha tenido una ajetreada gira por Memphis, donde realizó un recorrido en privado por Graceland; asistió a un partido de los Grizzlies, equipo local de la NBA; y encabezó la caminata de los patos del lujoso hotel Peabody.

Peña ha dicho que le cantaba las canciones de Elvis a sus compañeros para ayudar a mantener los ánimos.

"Es un placer estar aquí, con tanta gente hermosa", dijo Peña. "Nunca pensé que sobreviviría a la mina, y escapé. Esto es un regalo de Dios. Viva Elvis. Viva Memphis".

Peña visitó hasta la casa de infancia del cantante en el este de Tupelo, también la mansión de Elvis en Graceland, donde meneó levemente las caderas e interpretó algunos temas del cantante.