Parecían Carnavales. El fuerte sol no fue impedimento para que gente de todas las edades, culturas e ideologías se dejaran "hipnotizar" con el magnetismo del jazz.
Fueron diez horas más de placer que experimentaron, gracias a esta pléyade de estrellas de este género musical que se reunieron en el Casco Antiguo, en la Plaza Catedral, y alrededores desde tempranas horas de la tarde del pasado sábado 16 de enero, en la clausura del VII Panama Jazz Festival, dedicado este año al renombrado pianista panameño Sonny White.
Había un número significativo de turistas. Hubo gente que vino especialmente del interior para el gran cierre. Entre ellos, la familia de Pedro Aizpurúa, de Puerto Armuelles, compuesta por 14 personas, que desde las 3:00 a.m. enrumbó hacia la capital. Se instaló en la segunda fila frente a la tarima.
Los vendedores de cervezas, gaseosas, agua embotellada, artesanías, sombreros, comida típica y de otras latitudes se dieron gusto.
También como pan caliente se vendieron los artículos promocionales del PJF. Según nos dijo la Prof. Elizabeth de Pérez (madre de Danilo Pérez), se vendieron muy bien "los T-shirts, los que se llaman la musculosa, los top de damas, los T-shirts casual, los portavasos y los CD de Juanito Pascual, Danilo Pérez, Ellis Marsalis y John Patitucci".
Policías y miembros del Cuerpo de Bomberos y de otros estamentos que velaban por el bienestar colectivo dijeron ¡presente!
Fue un encuentro de culturas, de personas que comparten la pasión por el jazz.
Los becarios del Berklee Global Jazz Institute, entre ellos el panameño Jahaziel Arrocha (el más aplaudido), fueron de los últimos en presentarse y generaron aplausos, gritos, silbidos...locura colectiva. De la buena.
El sábado pasado, más de 15 mil personas se contagiaron en Plaza Catedral con la fiebre del jazz. Y quedaron con hambre de más.
Tranquilos... Es sólo un hasta luego. ¡Otra vez el jazz reinará en el 2011 y tú no deberás faltar!
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