La mitad de los 2,711 bloques de hormigón que forman el monumento a las víctimas del Holocausto, en el centro de Berlín, presenta grietas, a pesar de que aún no tiene tres años. Según un informe, se descubrieron grietas en 1,361 piezas, lo que supone un deterioro respecto a los primeros 400 bloques dañados que se detectaron ya el año pasado.