Tranquilo, en una finca ubicada en la comunidad de Portón, distrito de Bugaba, se encontraba ayer haciendo sus labores diarias, Francisco Bejerano, el hombre que durante el fin de semana fue acusado por una madre de violar a su hija de 11 años, trayendo como consecuencia un embarazo que ya ha llegado a sus 6 meses.
Con total serenidad, Francisco alega que ni siquiera conversó con la menor y ni siquiera la tocó. Comentó que veía al padrastro saliendo con la niña a buscar leña: "a veces yo me dormía tarde en la noche y los escuchaba conversando atrás en la cocina y la mamá dormida, pero yo estaba en mi cuarto", dijo.
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