"El Médico del Pueblo", como algunos lo llaman, comentó que en un tiempo fue objeto de muchas persecuciones, tal vez porque no es médico titulado, pero tuvo la gran suerte de que ningún paciente suyo debió ir después de verse con él a un hospital.

Cuenta que una vez un señor "me dijo que yo era el paño de lágrimas de la gente de Pocrí, porque yo iba a Panamá a las empresas o agencias de medicamentos y me regalaban muestras médicas, que luego les regalaba a los pacientes".

Por toda esta trayectoria, el Municipio de Aguadulce lo reconoció como hijo meritorio en el 2006 y, según sus palabras, "este reconocimiento es lo más grande que me ha ocurrido, no por el reconocimiento en sí, sino porque, cuando me siento en algún lado, la gente me reconoce y me saluda con cariño y me agradecen lo que hice alguna vez por ellos, y esa es mi satisfacción; hoy día, no soy rico, pero me siento orgulloso".

Actualmente, tiene su oficina en Pocrí, donde atiende a gente de los campos, incluso a pacientes de buena posición económica que llegan a su consultorio los lunes, miércoles y viernes. Don Ismael sale solo a hacer diligencias personales y viaja en bus a Panamá a ver a sus hijos, sin compañía, porque dice que está "clarito de mente y aún fuerte".