Armando Ríos, vocero del grupo, aseguró que desde la medianoche de ayer decidieron irse a una huelga de hambre y que no desistirán hasta que Jorge Ricardo Fábrega, director de la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre, les dé una respuesta.

Ya el cansancio los agota y las limitadas condiciones los tienen con los pies hinchados, diarrea, vómito y dolor de cabeza. Para ahorrar energía, se mantienen acostados en sus colchones de cartón, orando al Señor para que les dé fuerzas para seguir adelante.

Algunos taxistas, padres de familia, se acercaron a este medio y con voz quebrada dijeron que la única razón por la que se mantienen en la lucha es que ese cupo representa la alimentación de sus hijos, quienes ya carecen de alimentos en Chiriquí.