Hay dos situaciones de riesgo durante un viaje; una es el "mal del transporte", que es el clásico mareo. Para viajes cortos es más recomendable dejar al animal en ayuno por 12 horas y no darle agua 3 ó 4 horas antes de la salida.

El segundo problema que puede afectarlos es el "golpe de calor". Si esto sucede en el viaje y no se puede acudir a un centro veterinario, se le puede dar un baño de agua fría.

Recuerde que las mismas paradas que hace la persona a lo largo del viaje, son ideales para que el animal respire aire y ejercite sus músculos.