Olga Tañón no se olvidará jamás del Carnaval de Panamá. La artista internacional, que trató de "chifear" (evadir) los comentarios que surgieron por cobrar 110 mil dólares en una presentación de 12 canciones, por más que intentó calentar a la gente, no pudo. Olga hizo un show muy interactivo, como los que acostumbra, pero ni aunque cantó "reggaetón" consiguió poner eufórico al pueblo, que estaba más pendiente de lo que le tiraban los animadores de la tarima que de los artistas. Simplemente le faltó fuego.
HORA DEL SHOW
La fiesta del dios Momo empezó con la orquesta de Roberto Delgado, que interpretó canciones como "Ana Caona", "Tu amor me hace bien", "Amiga mía" y muchas más. Sin lograr más allá de unos cuantos aplausos.
A ellos le siguió Samy y Sandra Sandoval. Aquí hay que reconocer que los Sandoval, son los Sandoval. La gente meneó la cola, no tanto como Sandra, pero bailó al son de "La raspadura", "Bla bla bla", "Viejo loco", "La cajita", "Barredora". Es más, hasta le cantaron el cumpleaños al pequeño Luis Estaban, hijo de Sandra, que ya apagó su primera velita.
El espectáculo continuó con Erika Ender, quien tuvo casi que suplicarle a la gente que la acompañara con las palmas. La artista interpretó sus grandes éxitos y varios temas nuevos.
La más esperada era Olga Tañón, quien contó los mismos chistes. Regaló sus famosos zapatos, en este caso, un par de botas, y hasta invitó a la tarima a una fan para que bailara con ella. La Tañón lanzó varias indirectas, como que le regalaba mucho amor a quienes no estaban tan felices con ella, entre otras más.
Y, aunque intentó sorprendernos, su participación fue bastante predecible, ya que la gente estaba preparada para lo que iba a hacer. Luego de su gran repertorio de casi hora media, se retiró para darle paso a Nando Boom, quien celebró sus 25 años con el pueblo.
Por supuesto que todos querían desorden y al ritmo del "dem bow", la gente se retiró hacia los toldos, en donde seguía la fiesta.
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