Domingo Castillo, residente del lugar, manifestó que tienen este problema desde hace varios años.

Agregó que pidieron a las autoridades que cambien la ubicación del vertedero, pero no ha sido posible.

En el verano los moradores que viven cerca al vertedero no soportan los malos olores, moscas, gallinazos y el humo que emana cuando queman la basura, por lo que están sufriendo de problemas respiratorios.