Una noche candente fue la que se vivió el domingo 21 en Canta Conmigo. El calor afectó a las personas, comenzando por las barras que empezaron a gritar, a silbar y a aplaudir fuera del Teatro Balboa para que les abrieran y pudieran entrar al "show".
La diferencia por opiniones por parte de los jurados estuvo a la orden del día, empezando por los comentarios que realizó Eddy Vásquez de la participación de María Fernanda, a quien le dijo que "pudo ser mejor", por lo que los demás jueces estuvieron disconformes al punto de darle dos cincos a la pequeña, diciendo en múltiples ocasiones: "no sé lo que vio Eddy".
Pero lo más "hot" fue la discusión entre Angélica Lavitola y María Elena Berberian, luego de la presentación de Iovanna.
Lavitola le dijo Iovanna que le gustaría verla con zapatos, dando como resultado que María Elena asegurara que el no calzarse es parte de la identidad de la niña como artista, y que si otros cantantes reconocidos lo hacen, por qué ella no.
LAS REACCIONES
Ginela logró salvarse, dejando al "Showman de San Miguelito", Ricardo Ledezma, con la difícil tarea de despedirse del público.
"Esto no es lo último que sabrán de Ricardito, él tiene talento; y aunque no tengo recursos, lucharé para hacer realidad el sueño de mi hijo", afirmó el orgulloso padre de Ricardo, agregando que esperarán terminar el contrato con el canal para organizar un grupo llamado los "Salseritos".
SENTENCIADOS
Quedó sentenciada nuevamente Ginela Ibarra, y por primera vez, Víctor Castillo.
En vista de este nuevo revés, la madre de Ginela afirmó: "Todavía tengo que pensar qué voy hacer. Lamentablemente le dio hipo entrando al escenario y no es fácil cantar así".
Por su parte, la progenitora de Víctor, afirmó que desde hace tiempo la gente en Chiriquí está haciendo actividades, pues tarde o temprano llegaría este momento. "No esperaba que fuera hoy, pero sí vi que Víctor no estaba del todo recuperado del resfriado, se sentía ronco y tenía los oídos tapados por la flema, y sabía que quizás eso podía desmejorar en su presentación", aclaró la señora. ¡Mala esa!
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