Al menos 22 personas murieron y más de 60 resultaron heridas, una veintena de ellas muy graves, al explotar un polvorín del Ejército sudanés en la ciudad de Juba, en el sur del país.
La potente deflagración, cuyo origen aún se desconoce, destruyó varios de los edificios colindantes. Veinte de los heridos se encuentran en "extrema gravedad".
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