Científicos de EEUU y España han desarrollado un modelo celular para el estudio en el laboratorio del envejecimiento humano tras rejuvenecer el núcleo de las células de enfermos con un síndrome muy raro de envejecimiento precoz cuyo promedio máximo de vida es de 15 años.
La investigación, que se publica en el último número de la revista "Nature", favorecerá la búsqueda de compuestos químicos para alterar el proceso del envejecimiento humano, así como una mayor comprensión de las enfermedades cardiovasculares.
También puede dar esperanzas de curación en el futuro a los enfermos con el síndrome de envejecimiento prematuro Hutchinson-Gilford.
Los afectados con el rarísimo síndrome de Hutchinson-Gilford, del que se conocen unos cien casos en el mundo, sufren en plena infancia patologías asociadas a la vejez como la arteriosclerosis, la trombosis o ataques de corazón.
Los síntomas principales de esta enfermedad causada por un defecto genético que produce una acumulación de una proteína, la progerina, causante de la aceleración del envejecimiento, son una baja estatura, alopecia, ausencia de grasa subcutánea, osteoporosis o rigidez articular.
Los científicos han generado con éxito células madre pluripotentes inducidas (iPS) a partir de fibroblastos (células de tejido conectivo) de pacientes con este rarísimo síndrome de envejecimiento prematuro.
La investigación ha logrado la regresión de células enfermas de estos pacientes a un estado embrionario, con la supresión reversible del gen de la progerina por reprogramación, y su posterior reactivación durante la diferenciación celular.
La generación de células iPS de pacientes con progeria facilitará el conocimiento de enfermedades cardiovasculares, que son las que más muertes causan en las sociedades desarrolladas.
Además, el estudio ofrece esperanzas para el desarrollo en el futuro de tratamientos para niños con el síndrome de Hutchinson-Gilford, por ejemplo, el posible trasplante de células pluripotentes inducidas sanas.
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