El panameño no aguanta un aumento más. Lo cierto es que debido al histórico alza del precio del barril de petróleo, que anda arriba de los B/.102.00, las empresas distribuidoras de energía anunciaron un aumento.
Todos los días en los noticieros se informan los nuevos incrementos que se registran en los productos de primera necesidad, entre ellos, la gasolina, la papa, el arroz, etc. "Todo sube, menos los salarios de los panameños más humildes de este país", expresa el panameño.
A este ritmo llegará el día en que no se podrá comer en Panamá. Irónicamente, esta semana, las autoridades del actual gobierno han manifestado que "el país vive uno de los mejores crecimientos económicos". Al fin y al cabo son sólo cifras bonitas que no reflejan la verdad que vive el pueblo, pues en plena ciudad las personas viven en pobreza extrema. Un claro ejemplo son aquellos niños de los barrios que piden limosna en los semáforos.
Por todo lo anterior, no se explica cómo en un país rico en recursos hídricos, con grandes hidroeléctricas, el precio de la energía esté subiendo como la espuma.
Las inconformidades de los usuarios no se hicieron esperar. Ellos no saben qué hacer para que en sus recibos se refleje un ahorro energético. Y es que han intentado de todo, desde desconectar las neveras, pero ya nada de eso funciona.
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