Su ausencia los consume en el dolor. Ese día Francisco salió a las 7:00 de la mañana de su casa, en compañía de Vladimir Barría, Abdel, Justo y Junier Valdés, hacia la montaña en Tortí, para ir de cacería, como acostumbraban.

Sin embargo, durante la actividad, a las 11:00 de la mañana, Vladimir, quién iba detrás de Ojo, se tropezó con un palo de bejuco y se cayó. La escopeta que llevaba se detonó, impactando en el costado derecho de la espalda al occiso. Marco Ojo, padre de Francisco, señaló que ellos iban correteando un saíno cuando se registró el accidente. "Mi hijo y Vladimir se criaron juntos desde pequeños, eran como hermanos y siempre andaban pa'rriba y p'abajo", indicó. La hermana de Francisco, Nedelka, lloraba desconsoladamente, y decía que no había sido culpa de Vladimir, sino que fue un accidente. Mientras tanto, Vladimir se mantiene desde ese día detenido en la PTJ de Chepo, y según cuenta la inspectora Mariel de Guevara, se la ha pasado llorando la muerte de su mejor amigo. Hoy será remitido a órdenes de la Personería, donde se decidirá tras las investigaciones si se trata de un homicidio culposo, de ser así, Vladimir puede salir por medida cautelar o fianza de excarcelación.