Con una totuma entre sus manos y tirados en el piso de la casa del pueblo, encontramos a cientos de campesinos de diferentes áreas rurales y urbanas de la provincia de Coclé, Veraguas y Los Santos.

Quienes llegan a Natá a pagar una manda, lo hacen donando algo a los campesinos pobres que se congregan alrededor de este antiguo edificio. Es una actividad apoyada por el Club 20-30, la Cruz Roja y la Iglesia católica.

En medio de tantos campesinos con urgencia de ayuda económica y de salud, encontramos a los miembros de la Pastoral de la Salud de Natá, un grupo de jóvenes y adultos repartiendo comida, ropa e inclusive dinero a más de dos mil personas que llegaban poco a poco a refugiarse hasta que iniciara la misa y procesión del Santo en horas de la tarde.

Nazaria Añino viuda de Moreno es una de las integrantes de la Pastoral. Ella recuerda que desde niña, junto a su familia participaba de la entrega de alimentos y ropa a estas personas humildes que desde áreas apartadas viajan a agradecer al Santo de los pobres. Por esta razón continúo con la caridad y ahora hace más de 14 años que pertenece a la Pastoral anteponiendo a todos sus actos al Santo que la guía y cuida.

Al conversar con el padre Samuel Arcia, párroco de Natá, éste muy complacido, dijo que es bello ver una gran cantidad de personas rindiendo amor a este Santo con apoyo a los más necesitados, tomando en cuenta que San Juan de Dios fue un hombre que dedicó su vida para servir a los más pobres y enfermos.