En la década de los '70, el escenario en Panamá era distinto. Por aquellos años, José Cedeño tenía 21 años de edad y ansiaba conseguir su primer empleo. Su padre lo ayudó. La Lotería Nacional de Beneficencia sería su primera oficina. El 24 de abril lo contrataron como trabajador manual y jamás pensó en ir a trabajar allí, ya que él sólo veía el lugar como un sitio donde sólo se vendían números.
MANO DE OBRA
En aquellos años, la Lotería estaba ubicada en San Felipe, en Avenida A, y José se entregaba a su faena. Fue precisamente en ese lapso que empezó la construcción del actual edificio que alberga a la institución.
Recuerda José, que como era trabajador manual, ayudó en la construcción. Cuenta que hasta agua lo mandaron a sacar, y es que allí había un lago. Recordó que la mudanza fue en 1977 y era el edificio más alto de la época.
LOS ASCENSOS
Poco a poco fue escalando de posición. De trabajador manual subió a mensajero. Eso sí, como trabajador manual tuvo seis años. Pero, José no sólo se dedicaba a su trabajo, sino también a estudiar. Cuando logró obtener su bachillerato, pidió traslado a Tesorería y se lo dieron. Él se graduó de bachiller en Ciencias y quedó trabajando como cajero, no de ventanilla, sino de cobro. Después, cajero general y por ahí se fue, pues prefirió no seguir y culminó decidiendo que ha hecho de todo.
EN LA ACTUALIDAD
Luego de subir y subir, José ahora es el supervisor de los cajeros, que son 13 cajeros a su mando. En todos estos años, él ha recopilado muchas vivencias y recuerda cuando fue víctima de un robo y hasta un arma en la pusieron en la cabeza.
Su trabajo le ayudó a mantener a su familia, a su esposa y a su hija, que hoy es toda una mujer, pues lo hizo abuelo de dos niños, un varón y una niña.
José Cedeño tiene 58 años y en tres años se despedirá, pero aún no sabe en qué ocupará su tiempo.
ANTIGUO
Hoy, José Cedeño tiene 38 años de laboran en la institución, uno de los colaboradores más antiguos. |