En guerra avisada no muere soldado. Por fortuna, este dicho se cumplió para dos familias residentes en el caserón 2947, de calle 30, Calidonia.
Siendo casi las 10:30 a.m. de ayer, el piso de madera del cuarto 32 se desplomó, cayendo en el altillo del cuarto 15, que está debajo. Las paredes externas se torcieron y fueron aguantadas por deterioradas hojas de zinc.
Beverly Machado, residente en el cuarto 32, explicó que en ese momento ella, con la ayuda de sus vecinas, estaba sacando sus enseres y demás muebles, y al sentir que el piso se iba abajo corrió hacia afuera. Ella es madre y padre de un niño de 7 años y una joven de 21 años, ambos estaban dando clases.
La otra afectada, residente en el cuarto 15 y quien no quiso dar su nombre, indicó que desde octubre han visitado al MIVI en varias ocasiones, pero sólo inspeccionaron y no hicieron nada. Ella y su cónyuge Edwin Vargas, de 22 años, no sufrieron daños y salieron a tiempo.
El MIVI informó que las dos familias, con el apoyo del representante de Calidonia, Ramón Ashby, fueron reubicadas en una pensión. Se hará una evaluación técnica del mismo.
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