Sacaron la cara, para que la Semana Santa no pasara inadvertida. Un grupo de jóvenes del corregimiento de Campana, en Capira, se organizaron para que el triduo pascual fuera una realidad, pese a la ausencia de un sacerdote, religioso o seminarista que los guiara en los ritos pascuales.
Por suerte, esta comunidad cuenta con laicos comprometidos que unieron esfuerzos para que no faltaran los tradicionales actos de fe. La plegaria de esta feligresía apuntó a la esperanza de que el Todopoderoso envíe santos sacerdotes.
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