El pasado viernes, en horas de la noche, Julia Esther Santana, la madre de una nena de nueve meses, negó estar embarazada. Ella fue directo a la letrina, dio a luz y la lanzó al retrete.

Según cuentan residentes del área, la mujer llamó a su hija mayor y le pidió que llevara piedras para matar "un bicho" que había dentro del servicio. Sin saber, la menor lo hizo y la madre lanzó piedras en el excusado hasta que la bebé dejó de llorar.

Sin embargo, uno de los niños de la casa escuchó un llanto y le comunicó a su abuela. Ellos buscaron una linterna y observaron que se trataba de una bebé recién nacida en medio del excremento.

Tras el macabro descubrimiento, la mujer confesó a sus familiares que era su hija y que fue un accidente, aunque los moradores piden que se investigue. La mujer ya tiene cinco hijos.

SU ESTADO
En el Hospital de Penonomé se confirmó que la criatura está en la sala de neonatología. Su condición es estable, aunque presenta severos golpes en el rostro, cuerpecito y en la parte de atrás de la cabeza.

Se desconoce dónde se encuentra la madre, ya que ni la personería de San Carlos ni la corregiduría han iniciado una investigación, porque aseguran que no han recibido la denuncia.