La primera versión del Festival Fauno estuvo llena de inconvenientes.
El evento, que estaba programado para iniciarse a eso de las 3:00 p.m., del sábado, tuvo más de seis horas de retraso a causa de percances con los vecinos del área.
Al parecer, aunque los organizadores tenían los papeles en regla, a una de las vecinas le afectaba el sonido proveniente de la planta generadora de energía, por lo que llegó a la actividad acompañada de su abogado y policías, y tuvo un encuentro nada amistoso con los encargados, al punto que no le importó apagar la planta mientras uno de los artistas se estaban presentado en la tarima.
Los asistentes tomaron la decisión de disfrutar de los sitios históricos del Casco Antiguo, mientras que una grúa se encargaba de trasladar la planta eléctrica a la entrada de la actividad.
Sin luz y un poco molesto por la actitud de la vecina, los encargados no tuvieron más remedio que reiniciar pasadas las 9:00 p.m. la actividad que contó un gran número de personas que disfrutaron hasta altas horas de la madrugada de la presentación de artistas nacionales e internacionales.
Además, no dejaron de adquirir una escultura, y comprar un plato de comida mientras gozaban de la brisa marina.
Las fiesta fue en grande y al final de la jornada queda un enorme mural pintado por artistas panameños como donación a la gente de San Felipe.
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