"No hay control en Darién", así lo aseguró Alida Spadafora, directora de Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ANCON), al referirse a la tala ilegal de árboles en esta provincia.
"Fui testigo de 12 mulas que no fueron inspeccionadas y llevaban bálsamos", agregó.
La representante de ANCÓN detalló que esas tucas no estaban marcadas como debe ser cuando tienen los permisos. "La mula paró en el puesto de control de ANAM, en Menené, y observé que los de ANAM los dejaron ir. Al parecer, la tala de árboles ilegal se hace ante la mirada indiferente de las autoridades", sentenció la ambientalista.
"Hay problema de corrupción, no hacen su trabajo", denunció Spadafora, quien considera que se debe mejorar la ley forestal o adecuarla a lo que se está viviendo, porque la actual data de 1995. Además, existe un anteproyecto que está engavetado.
A ESPALDAS DE LAS AUTORIDADES
En la Comarca Emberá los acuerdos son comunitarios entre los madereros y los indígenas, explicó. Esto es así, porque las tierras les pertenecen según la ley comarcal.
Pero dijo que esto es un engaño, porque son los indígenas los que tienen que presentar un plan de manejo hecho por las empresas que no cumplen, y los indígenas, entonces, quedan como responsables ante las autoridades. De esta manera el negocio es redondo para la compañía que extrae la madera.
Sin embargo, la ambientalista enfatizó que el trato debería ser entre tres, que se incluyera a la ANAM y hacer responsable a la empresa. Además, se debe inspeccionar el área de donde se extraerá el árbol, pero esto no se está haciendo. También denunció que muchas empresas usan los permisos varias veces.
De acuerdo con Spadafora, las autoridades deberían estar preocupadas, pues este año la tala fue intensa. Dijo que la tala termina pronto, porque llegó la temporada lluviosa y es por esto que las empresas madereras están trabajando tenazmente para sacar los últimos árboles. Espera que aún en la selva queden árboles de cocobolo.
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