Por muchos años, esperó ser llamado a una selección y ahora está dispuesto a esforzarse al máximo para permanecer en ella.
Hablamos del segundo guardameta de la Selección Sub-21, Gilmar Torres, quien a pesar de no haber jugado ninguno de los dos partidos que Panamá confrontó, recientemente, por la eliminatoria rumbo a los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Cartagena, se convirtió en uno de los nuevos representantes del fútbol en Panamá.
DIAaDIA conversó hace poco con el joven guardavalla, con el fin de conocer un poco más acerca de su vida y sus aspiraciones. Es así como pudimos conocer que para el arquero de 21 años, haber logrado este objetivo no fue nada fácil.
A diario tiene que combinar su responsabilidad laboral con el deporte. Gilmar trabaja en el Departamento de Comunicaciones de la Asamblea de Diputados, como reportero gráfico.
Su jornada comienza desde muy temprano. Este chico, que sueña con jugar en el extranjero, se levanta diariamente a las 5: 00 a.m., arregla su indumentaria y luego se traslada sin desayunar al Estadio Rommel Fernández, donde a partir de las 7: 30 a.m. comienza a entrenar hasta las 10: 30 a.m., aproximadamente. De allí, se traslada al Parlamento, donde labora hasta las 3: 30 p.m. Pero su faena no culmina ahí, ya que durante las temporadas de la ANAPROF tiene que desplazarse luego a los entrenamientos con su club Alianza, los cuales se extienden hasta pasada las 6: 00 p.m. Posteriormente, se traslada hasta su residencia en Pedregal y, minutos después, saca tiempo para visitar a su novia hasta eso de las 11: 00 a.m.
Por su dificultad con el exceso de peso, Gilmar confesó que al iniciar el día no come y los alimentos que le brindan después de los entrenamientos, los toma como desayuno y almuerzo a la vez.
Como buen deportista, procura tomar la mayor cantidad de agua al día y en la cena digiere alimentos sancochados y más suaves.
El chico, que reside con sus abuelos, Napoleón y Rosario de Torres, despidió la amena conversación dándole gracias a Dios por la nueva oportunidad que le dio y solicitándole que lo ilumine para seguir triunfando y desarrollándose en el aspecto, tanto personal como profesional.
OBJETIVO
Gilmar no pierde la esperanza de jugar, consagrarse en la portería y llegar a ser titular.
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