La semana pasada, autoridades del Municipio de Panamá procedieron a derribar el kiosco que tenía la señora Juana, en Transístmica, aduciendo que ocupaba parte de los terrenos traseros y que no tenía permisos.

Juana negó, categóricamente, estos señalamientos. Dijo que hizo declaración de renta, y la Dirección de Obras y Construcciones le dio un permiso para hacer un anexo, debido a que el kiosco le quedó pequeño a sus cuatro empleadas y a ella. Agregó que ese anexo no ocupaba los terrenos ajenos que están detrás del lugar donde estaba su kiosco.

Además, mostró su patente de licencia comercial. "¿Por qué, si dicen que estoy ilegal, tengo todos estos documentos?", preguntó Sánchez.

Se quejó de que ni siquiera le dieron fecha del día en que irían a tumbar las estructuras, por lo que perdió toda la comida que había hecho para la venta. Juana pide que le den una indemnización, pues ha quedado sin trabajo.