La dejaron sola. Anoche, a las 7:44 p.m., Balbina Herrera llegó a la sede de su partido y fue recibida por los pocos adherentes que se quedaron con una alegre murga que nada pudo hacer para cambiar las caras largas de muchos perredistas, al punto que muchos dejaban salir lágrimas ante la aplastante derrota. En su discurso, "La Chola" dijo que su madre le había enseñado desde niña que en los momentos difíciles "uno se hace grande y dirigente", por lo que asumía la derrota como líder.
Algo acalorada aseguró que velará por tres cosas: que las primarias sean de un mes; poner topes económicos a las campañas políticas y las campañas generales no pasen de 45 días.
Herrera culminó su discurso pidiendo que nadie derramara una sola lágrima.
EN SINTESIS:
4:22 a.m. Balbina abre las puertas de su casa para todos los periodistas. Dentro, una veredita con velas a su alrededor daba paso a un gran desayuno en las terrazas.
Ella lucía un vestido color blanco estilo típico con un calado en color azul, zapatos blancos y un maquillaje sencillo. Los aretes eran de botoncitos blancos. El vestido fue confeccionado en Los Santos y después de atender a los comunicadores se retiró para arreglarse. DIAaDIA la siguió y se percató que le hacían un blower.
Antes de salir de su residencia la candidata del PRD rezó en su riconcito de imágenes de santos y Biblias. Allí se cambió los zapatos más cómodos; luego salió al portal donde el trío Caribe, con el famoso compositor de reguee Di Blasio, le cantó una canción de Luis Miguel mientras se tomaba una taza de café.
5:22 a.m. Balbina deja su residencia en el bus de la ruta del triunfo, que es de tipo nevera y dentro tiene sillones de cuero de color negro, dos pantallas de plasma y todas las comodidades.
5:35 a.m. La Chola llega a la iglesia Sagrado Corazón de Jesús donde la esperaban muchos copartidarios y su familia. La misa estuvo presidida por los sacerdotes Juan Sandoval, Jose Brutua y Gamboa, cuyo sermón estaba destinado a la reflexión, pues ayer era el día del buen pastor.
7:05 a.m. La candidata llega para ejercer su derecho al sufragio al Instituto Bolívar, en la mesa 3683. Sus adeptos la recibieron con claveles rojos y blancos.
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