Todos coincidían en que Juan Carlos Soto había vuelto a nacer. Y es que, ayer en la mañana, tratando de esquivar un vehículo se cayó del puente sobre los rieles del ferrocarril en el Centenario.
Lo más increíble fue que aunque el cabezal de la mula quedó destruido, él fue ágil y se metió en el 'camarote', por lo que salió caminando, solo con unos golpes.
Testigos coincidieron en que el accidente se dio porque el conductor del Coaster del Instituto Benigno Jiménez G. hizo un giro prohibido y quedó atascado en medio de la calle y para no causar una desgracia y embestir a los estudiantes, Soto prefirió girar a la derecha sin contar con que él fue quien pudo morir.
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