Viven rodeados de pestilencia. Aún no saben qué pasó con el tanque séptico, pero lo cierto es que desde febrero está desbordado y las aguas con excremento invaden a diario parte del patio de la casa 10, en calle G final, de la barriada Las Cumbrecitas.
Y es que el dueño de esta residencia, tuvo que abrir un hueco en el piso de su patio, que sirve de drenaje de las aguas negras, y así evitar que las mismas vayan a dar adentro de su vivienda y a las casas de sus vecinos, como sucedía antes.
Ante esta situación, el excremento es la carta de presentación en la residencia 10. Los vecinos se solidarizan con la familia Gordón, que habita esa casa, y deben prestarle el sanitario para que hagan sus necesidades en vista de que no pueden usar el suyo porque se desborda.
Todas las casas de esta calle viven inundadas de moscas y mosquitos.
Los residentes temen que se desate una epidemia; muchos niños y ancianos han sufrido alergias.
Los moradores manifestaron que en innumerables ocasiones han llamado al IDAAN, al MOP, al Municipio, y nadie les da soluciones.
La semana pasada acudió personal del IDAAN, inspeccionaron por 5 minutos, se fueron y no resolvieron nada.
ELLOS NO
Ayer, las mujeres afectadas le plantearon el problema a dos funcionarios del IDAAN, que les dijeron que eso no les compete.
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