Saltó la cerca por él. Eran las 3:00 a.m. cuando Irene Maia y su hijo de cuatro meses dormían placenteramente en su casa, ubicada en calle primera Campo Limbergh. De repente, una explosión proveniente del estudio de la casa la despertó y las llamas se comenzaron a apoderar de la sala y el comedor.
Irene sólo pensó en tomar a su hijo; lo envolvió en sábanas y brincó la cerca de atrás, porque la parte de adelante el fuego crecía.
Aunque quedó toda lacerada, su satisfacción es que su hijo está sano.
Christian Myrie, esposo de la joven, dijo que no saben qué provocó el incendio y detalló que sólo pudieron sacar la ropa de su pequeño.
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