Regresaron a su país, pero muertos. En una conmovedora ceremonia se le dio la despedida oficial a quienes vinieron a Panamá a firmar un convenio con el fin de combatir la criminalidad internacional.
Uno a uno fueron llegando los ataúdes con los restos humanos de los seis miembros de la delegación de Carabineros de Chile, que viajaban en el helicóptero SAN 100.
El general José Alejandro Bernales fue colocado junto a su esposa, Teresa Bianchini, al igual que el resto de los delegados.
Ellos fueron despedidos en el Servicio Aéreo Nacional con marchas fúnebres y bajo la mirada impotente de sus familiares que arribaron a Panamá, luego de la trágica noticia. Así fue como después de entonar los himnos nacionales de Panamá y Chile, partieron en el avión de la Fuerza Aérea de Chile para ser sepultados en su tierra natal.
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