El "pin, pan, pum" de Rogelio inició en una discoteca de la Tumba Muerto y terminó en una gasolinera del área.

"Roger", como le dicen sus amigos, nos contó que estaba en la disco disfrutando con sus amigos, cuando de la nada se acercó un chico llamado Ulises (el contricante) y se le fue encima.

"No sé por qué me agredió. Si me tenía rabia o no le caigo bien, me hubiese dicho y listo. Pero no fue así. Vino, se me fue encima y empezó a pegarme. Como cualquier persona yo reaccioné y me defendí. Los seguridad de la discoteca nos mandaron a desalojar y lo hicimos. Estoy bajo tratamiento de frenos y, según averigüé, no se puede agredir a una personas con frenos ni con lentes y esto irá a las autoridades", confesó Rogelio, que aún se siente molesto.

Contactamos a Ulises y nos dijo que le pegó a Rogelio, ya que lo miraba mal y le hacía malos gestos.

"El pasó y me "traqueó" los dedos en mi cara. Yo no le he hecho nada a él para que me hiciera intriga", dijo Ulises, añadiendo que cuando salieron de la discoteca, Rogelio arrancó su carro y le montó una persecución.

"Él salió perdiendo porque quedó con la boca y la nariz reventada. Él quería la revancha, pero para evitar problemas no le di largas al asunto y lo ignoré", detalló.

A estas declaraciones, Rogelio nos dijo que no lo persiguió para pegarle, sino que quería saber por qué lo agredió, porque a él no le gusta las peleas. De verdad, ¿Qué estarían peleando?