La ciudad de Panamá se convirtió en un caos. Ayer, dos colegios famosos por su historia, protagonizaron grandes enfrentamientos contra civiles y antimotines de la Policía Nacional.
El primero en iniciar fue el Colegio Artes y Oficios Melchor Lasso De La Vega, a eso de las 10:20 a.m. cuando cerraron la vía Transístmica, alegando que están cansados de que en los talleres de trabajo no tengan las herramientas necesarias para aprender y que en los techos de los salones haya goteras.
VANDALISMO
De un momento a otro, la protesta de los artesanos se volvió vandálica, empezaron a romper las lámparas de las paradas de la Universidad de Panamá, destrozaron las ventanas de carros estacionados y los vidrios de una barbería que estaba debajo del paso elevado.
LOS RESIDENTES TOMARON EL CONTROL
Los moradores de Viejo Veranillo se disgustaron con los estudiantes, porque éstos les robaron a algunas mujeres del área y les tocaron sus partes íntimas. En ese momento, los residentes se unieron para sacar a punta de piedras a los estudiantes, y para cuando llegaron los antimotines todo estaba bajo control.
EL INSTITUTO NO SE QUEDO ATRAS
Y si en el Artes y Oficios llovía, en el Instituto había una tormenta. Todas las bombas que no utilizaron los antimotines en los artesanos, las utilizaron con los estudiantes del glorioso Nido de Águilas. A eso de las 12:30 p.m éstos cerraron la Avenida de Los Mártires, argumentando que no aceptarán una sanción para los estudiantes que protestaron el martes por el alto costo de la canasta básica y por las personas muertas a causa del dietileneglicol.
¿DE DONDE SALIO TANTA PIEDRA?
La calle quedó cubierta de piedras. Los estudiantes rompieron todas las ventanas del colegio, que dicho sea de paso, está recién remodelado, para así poder lanzarles objetos a los antimotines. Los estudiantes no se conformaron con lanzarles objetos, sino que les gritaban improperios a los agentes del orden.
¡AY, MI HIJO!
Los padres de familia llegaron al lugar para llevarse a sus retoños a sus hogares, pero cuál fue la sorpresa de los padres cuando quedaron en medio de un fuego cruzado entre estudiantes y antimotines. Unos tiraban piedras, y los otros respondían con bombas lacrimógenas. En un momento de caos, todos los padres lloraban por sus hijos y querían entrar al colegio por encima de los agentes.
TODO SE CALMO
El ministro de Educación, Miguel Ángel Cañizales, llegó al lugar para tomar control de la situación y ordenó que los estudiantes salieran de la institución poco a poco, para que se fueran con sus padres que los estaban esperando afuera. Ambos colegios fueron cerrados desde hoy, hasta nueva orden.
PADRES PAGARAN
Se les pasará la factura a los padres de familia por todos los daños causados a la propiedad privada.
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