Hablar del apellido Gracie es hablar del jiu-jitsu brasileño. Esta familia es considerada gestora de este deporte a nivel mundial, encabezada por su Gastao, quien transmitió su legado a su hijo Carlos, pasando este conocimiento hasta la tercera generación con Kayron Gracie, quien estuvo este fin de semana en el torneo internacional de La Salle.
El jiu-jitsu es un deporte de arte marcial moderno, de lucha cuerpo a cuerpo en el suelo y de allí se utilizan llaves y estrangulaciones para forzar al oponente a rendirse, explicó Kayron Gracie.
"En el jiu-jiutsu se busca emparejar a los débiles contra los fuertes, es como la lucha de David contra Goliat", explicó el brasileño, que reside en California, Estados Unidos.
Gracie argumenta que primero su abuelo y luego su padre Carlos le inculcaron este deporte, su familia en Brasil la ha adoptado y tratado de expandirla, aunque considera que todavía falta mucho camino por recorrer.
Kayron, de 23 años de edad, ganó su categoría profesional el domingo en La Salle y sostuvo que la meta de su familia es que el jiu-jitsu se expanda más a nivel mundial y que este deporte logre estar siempre en los primeros planos.
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