La billetera a la que no le quería comprar el Respirito fue la que le dio la suerte. José Karlo Castillo se hizo acreedor de a un Mazda 323, en uno de los tres Respiritos que compró, desde que inició esta campaña de Fundamujer.
Castillo, en el sorteo anterior, por un número no se llevó un auto, por eso le dijo al mensajero de la empresa donde labora que le comprara otro numerito, pero a otra persona, para ver si le cambiaba la suerte. El chico no le prestó atención y fue donde la misma señora, gracias esto hoy paseará en su nueva nave, y por eso le agradece a Dios por esta oportunidad.
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