"Yo no he dormido en toda la noche pensando en mi hijo, ese era el único que vivía conmigo". La señora Aurora Cervera no quitaba la vista del mar con la esperanza que le regrese a su hijo Francisco Ibarra.
"Él era el único que se parecía a mí", dijo entre llantos esta madre, quien no sabe cómo le dirá a sus otros cuatros hijos que viven en Estados Unidos que Francisco, de 40 años, desapareció.
Y es que "Frank", como le dicen, salió junto a un compañero a recoger ostiones en la playa de San Felipe, quedando en medio de las fuertes olas y no logró salir.
A pesar de los esfuerzos de los rescatistas de SINAPROC, el cuerpo de Francisco no ha sido encontrado. Mientras ellos siguen su búsqueda, la madre ruega porque aparezca, recordando que ella le dijo que no fuera a la playa "porque la marea estaba brava".
Ibarra cargaba cajas en camiones de reparto y vendía ostiones para apoyar a su madre, quien es billetera, en los gastos del hogar. Ellos viven en calle 26 de El Chorrillo. "Dios quiera que no lo hayan encontrado muerto", dijo desesperada doña Aurora.
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