Pierden el interés por el estudio, se duermen en las clases y desde pequeños se ambicionan por el dinero. Esas son algunas de las características que identifican a los niños que desde su corta edad se dedican a trabajar, algunos ordenados por sus padres; otros por voluntad propia al ver las condiciones precarias y desconsoladoras de sus familias.
Ayer, se llevó a cabo el programa de capacitación de maestros y profesores, el cual pretende tomar acciones concretas para erradicar el trabajo infantil en las zonas urbanas.
Roxana Méndez, directora ejecutiva de Casa Esperanza, dijo que son los docentes un factor importante en esta lucha, ya que son ellos quienes mantienen un contacto directo con estos menores que realizan arduas labores para colaborar en los gastos del hogar.
Méndez lamentó que estos niños y niñas abandonen las aulas escolares, por lo que se invitó a los maestros y profesores a realizar jornadas de sensibilización en sus respectivos escuelas y colegios. Algunos docentes de la escuela República de Venezuela, en Calidonia, informaron a DIAaDIA que en este centro educativo asisten muchos niños que se encuentran presos de esta realidad.
GOLPEADOS
En las zonas rurales agrícolas de Panamá, se concentra la mayor cantidad de niños que trabajan.
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