La esperanza tocó la puerta de Bellanira Bacorizo y su pequeño hijo Gabriel Antonio, de 8 meses, que nació con hidrocefalia.
Los fieles lectores de DIAaDIA se acordaron de esta humilde familia indígena que vive en una barraca en Curundú, y les enviaron algunos víveres para el niño.
Bellanira, notablemente contenta, dijo que aunque llevó a su bebé al Hospital del Niño por un resfriado, no tiene dinero para los medicamentos.
Hasta el momento, su situación no ha cambiado desde que los visitamos, continúan durmiendo en una colchoneta debajo de una mesa que tienen en el estrecho y caluroso cuartito.
Entre las necesidades más apremiantes están: pañales desechables, leche, una cama para facilitarle su comodidad, entre otras.
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