Polémica. El 9 de junio del 2003, Gilberto Cavalli estaba sentado en una plaza de la ciudad cuando encontró un anuncio en un diario en el que la Dirección General de Ingresos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) anunciaba un concurso de posiciones para Gestores de Fiscalización Tributaria y Auditores Fiscales. Relató que siendo Contador Público Autorizado, con licencia de idoneidad, después de haberse quedado sin trabajo, decidió aplicar y fue entonces que quedó entre los 29 ganadores, de los 500 que participaron.
Luego de la toma de posesión del ex presidente Martín Torrijos, en octubre de 2004, fue separado de su cargo junto a los demás sin ninguna causal y se quedó sin empleo por dos años. A raíz de esto, el señor perdió su casa y tuvo que enfrentar muchos problemas económicos.
Él presentó una reconsideración ante el MEF, pero fue refutada. También se dirigió a la Junta de Conciliación de la Carrera Administrativa y tampoco tuvo suerte. Finalmente, se dirigió a la Corte Suprema de Justicia, pero la demanda no tuvo efecto.
Cavalli denunció que de las 29 personas que fueron destituidas reintegraron a seis unos meses después, y le pagaron sus salarios caídos. Se preguntó por qué la preferencia, pues pareciera conveniencia política. Al respecto, Mariela Jiménez, directora de la Carrera Administrativa, un tanto exaltada, explicó que este problema es del gobierno pasado, y si el señor abrió un expediente, entonces ella tendrá que revisarlo.
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