Moza, le escribe Maricarmen, una chica que se está enamorando de un profesor. Tal vez la historia parezca parecida a muchas, pero la mía es diferente. Ese profesor lo conozco desde que era una niña, ya que es amigo de mi padre. Ellos fueron compañeros de clases y son compadres.

Él no sabe nada, ya que este es un amor en silencio. Esto solamente lo sabe mi mejor amiga, que me ha dicho que deje de pensar en él, pues tiene compromisos y además se ve muy viejo para mí.

Eso no me importa, me gusta mucho y estoy dispuesta a tener una aventura. Moza, para eso me he preparado, ya que si usted no me hace cambiar de pensar, desde el próximo lunes comienzo a acosarlo y a perseguirlo con tal de que me haga caso.

Suena feo, pero es que me gusta tanto que sé que seré totalmente feliz con él.

Dígame qué puedo hacer para que esto no se convierta en un problema.

MARICARMEN
Querida lectora, estás errada y tienes que salir de ese error. Tú no puedes ser feliz con la desgracia de otras personas, pues en el momento que te metes en la vida de ese señor, destruirás la familia de él. Deja de ser egoísta y mira para otro lado.

Eres joven y puedes ocupar tu tiempo en otras actividades. Ve al cine, a la Cinta Costera, al parque, en fin a lugares a distraerte para que te olvides de ese señor.

Necesitas conocer a otras personas y relacionarte con jóvenes de tu edad.

Además, tus padres se sentirán traicionados, y lo más seguro es que se aparten de ese señor que ha sido su amigo por muchos años.

Te pido que te dediques a tus estudios y a tu familia. Ya sabes, es hora de que trabajes en tu futuro y no hagas nada que avergüence a tus familiares. Se buena chica y piensa en hacer el bien.