¡Pobrecita! La que parece un pulpo, tratando de cumplir con todas sus responsabilidades, es Lily Vargas. Imagínense que la presentadora de C4 está tan ocupada que no tiene ni tiempo para comer. ¿Cómo?
Lily nos contó que está malita del estómago y bajo medicamentos. Todo se debe a que está comiendo a deshoras, además de estar algo estresada. ¡Muy malo! Gracias a Dios, su enfermedad no ha sido impedimento para que ella deje de trabajar en sus proyectos, pues le encanta lo que hace. ¡Ah!, les cuento que entre sus planes no hay un cambio de imagen, pero sí un inmenso deseo de tener el cabello hasta la cintura. ¡Ohhhh!.
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